¿Están las empresas transformando sus modelos de negocios?
La Transformación Digital es un proceso de cambio del modelo de negocio o servicios, marcado por la tecnología como motor del crecimiento y desarrollo de la economía y de los países. Sin embargo, la tecnología no es el todo, sino que es parte de un proceso de ideación, creación, experimentación, prueba y error, adaptación, implementación y uso que realizan las personas sirviendo a otras personas con un impacto en la industria y la sociedad.
Según un estudio de McKinsey (2021), la transformación, modernización, automatización de la industria, es un beneficio, la clave para mantener la continuidad de las operaciones de cualquier organización que enfrenta los efectos de la pandemia.
El 94% de las empresas respondió que la alta automatización les ayudó a mantener las operaciones andando en la pandemia. Sin embargo, según el MIT, solo un tercio de las organizaciones está adaptando su cultura a una más digital en términos de la toma de decisiones basadas en datos y promoviendo la exploración y experimentación en los equipos. “La transformación digital es intrínsecamente humana, con una meta clara: hacer mejor la vida de las personas”. En el ámbito industrial y de conocimiento, se busca hacer mejor la vida de un cliente, consumidor o usuario. En el ámbito público y social, se busca hacer mejor la vida del ciudadano.
Según un estudio de Boston ConsultingGroup (BGC 2020), la transformación digital puede aumentar la rentabilidad de las empresas y construir resiliencia. Sin embargo, la mayoría de las organizaciones se han enfocado en digitalizar sus procesos y operaciones en lugar de transformar, logrando solo beneficios en el corto plazo, pero comprometiendo su futuro. La transformación digital ofrece la oportunidad de construir experiencias con nuevas relaciones basadas en valor real y no solo en la simple venta de productos o servicios. La transformación digital es el proceso de cambio que actualmente está llevando a las instituciones públicas, mercados y países a una revolución industrial tan acelerada que no tiene precedentes. Esta es la revolución de la industria 4.0, donde lo digital se funde con lo físico, donde la línea entre los intereses de las personas, las empresas y los gobiernos se hace cada vez más delgada. Por esto el WEF (2016) menciona que las tecnologías emergentes están ampliando la brecha entre países pobres, en desarrollo y los desarrollados.
La necesidad de transformar la forma en que las empresas sirven a sus clientes y cómo los gobiernos locales sirven a sus ciudadanos presenta también desafíos que no deben dejarse de lado. La interrelación de los actores clave de la sociedad con la tecnología para el desarrollo de ciudades y territorios más inteligentes y participativos, que utilicen las tecnologías emergentes al servicio del cliente y ciudadano, es primordial para definir programas, planes y estrategias de desarrollo de los territorios. El desafío de los gobiernos locales es contar con programas bien definidos y que consideren los aspectos esenciales de desarrollo de los ciudadanos y la sociedad para generar mejores condiciones de vida, mejores empleos, acceso a la economía digital y del conocimiento, acceso a mejor infraestructura y servicios públicos, propiciando el desarrollo integral de las personas, inclusivo y con cuidado con el entorno y el medio ambiente.
Publicado en El Mercurio - D Inteligencia Artificial