Los malos hábitos que facilitan que seamos espiados en las redes sociales
Cada vez que publicamos contenido en las redes sociales dejamos un rastro. Y cada interacción va dejando una fuente invaluable de información para empresas y gobiernos. Con la llegada de la pandemia, esto aumentó, pues -debido al confinamiento- aplicaciones como WhatsApp, Facebook, Instagram, Twitter, o TikTok se convirtieron en un espacio para mantener contacto con seres queridos y amigos.
“En estas aplicaciones habitualmente ingresamos datos personales, compartimos nuestra ubicación, estados de ánimo y preferencias, fotos y videos, noticias e información, e incluso vendemos. Esto significa que nuestros datos y toda nuestra actividad está registrada en el historial de estas aplicaciones y, por lo tanto, cualquiera que haga una búsqueda en Google o en el buscador de estas apps , podría obtener información pública para trazar el comportamiento de una persona”, afirma Ricardo Seguel, director académico del Magíster en Ciberseguridad de la Universidad Adolfo Ibáñez.
Publicado en emol y El Mercurio